tiene beneficios evitar la masturbacin?

Puedes leerlo en páginas como forocoches o Reddit, en testimonios en redes sociales o incluso puede que conozcas a algún amigo que lo pone en práctica. Miles de adeptos a un curioso movimiento social llamado no fap (no a la masturbación) están extendiendo su estilo de vida por internet.

¿En qué consiste exactamente? Pues, como su propio nombre indica, son hombres que deciden evitar la masturbación (y, consecuentemente, el visionado de pornografía) durante semanas, o incluso meses, con la intención de obtener algún beneficio a cambio. Asombrosamente, el movimiento está muy de moda y atrae a chicos cada vez más jóvenes.

Desde Esquire, hemos preguntado a un sexólogo sobre movimiento no fap para indagar sobre esta curiosa práctica; y, sobre todo, para averiguar si son ciertas sus supuestas bondades.

¿Tiene algún beneficio, orgánico o mental, reprimir la masturbación? Spoiler: no, y ahora veremos por qué.

El hombre y sus hormonas

El ciclo sexual del varón tiene unas características muy determinadas. La producción de esperma (donde se encuentran los gametos masculinos listos para fecundar, los espermatozoides) se realiza de manera diaria. La fabricación correcta de espermatozoides depende de la salud del individuo y, concretamente, de su ciclo hormonal. Aunque se piensa que las mujeres son mucho más dependientes de las hormonas que los hombres, lo cierto es que muchísimos procesos del sexo masculino dependen de que su ciclo hormonal esté equilibrado.

Las hormonas son los mensajeros químicos del cuerpo: estas sustancias viajan de un lugar del organismo a otro, interviniendo en el correcto funcionamiento de nuestras células. La producción y cantidad de hormonas es distinta entre sexos: por ejemplo, en los varones la testosterona es mucho más predominante. Que estas hormonas estén en un correcto equilibrio es determinante para la producción del esperma, pero también para el crecimiento de la barba, el desarrollo de la musculatura o el engrosamiento de la voz.

Los supuestos beneficios que alegan sostener los adeptos al movimiento no fap tienen que ver, precisamente, con las hormonas. Uno de los argumentos que esgrimen sus seguidores es que, supuestamente, se muscularán más fácilmente: según ellos, reprimir la eyaculación fomenta la producción de testosterona. Pero el sexólogo Carlos Horrillo nos saca del error: “Todo lo contrario. Es la eyaculación la que, precisamente, hace que se produzca más testosterona”.

Pero hay más razones para masturbarse con frecuencia (siempre que se desee). “Los hombres producimos esperma a diario y por tanto necesitamos la renovación constante de ese esperma”, explica. Por eso, el semen debe ser expulsado con relativa frecuencia, lo que explicaría, según el experto, que se produzcan las poluciones nocturnas, por ejemplo.

De hecho, más allá de una necesidad biológica, el sexo es una cuestión de salud. Varios estudios muestran cómo los hombres que eyaculan al menos 21 días al mes tienen una probabilidad menor de desarrollar cáncer de próstata. Esta publicación es la última, pero hay más investigaciones que otorgan solidez y rigor científico a esta recomendación.

Todos estos beneficios de la eyaculación, como nos recuerda Carlos Horrillo, tienen una razón de ser muy sencilla: “La próstata es un órgano que tiene su función y, si no se desarrolla, corres el riesgo de atrofiar este órgano”. Además, añade: “A nivel psicológico, evitar la masturbación implica negar la naturaleza del ser humano, lo que va a crear una contradicción en tu mente”.

El sexólogo es claro sobre esta cuestión: “Reprimir la sexualidad no tiene ningún efecto positivo. La ciencia no puede demostrar que tenga ningún beneficio, ni psicológico, ni para en rendimiento sexual o deportivo, sino todo lo contrario”.

Por tanto; si reprimir la masturbación no genera más testosterona, ¿por qué el movimiento no fap tiene tantos adeptos?

El porno y la presión por rendir en la cama

pareja feliz en la cama

Westend61

A diferencia de una mujer, el varón es fértil todo el año y durante prácticamente toda su vida, desde la pubertad hasta una edad muy avanzada. Por razones evolutivas, el hombre está diseñado para tratar de ‘esparcir’ su material genético ‘cuanto más lejos y con más frecuencia, mejor’ para así asegurar su descendencia. Esta diferencia biológica entre hombres y mujeres puede explicar muchos comportamientos romántico-sexuales desiguales (como por ejemplo, cómo eligen a sus parejas). También explica cómo los hombres reaccionan a estímulos eróticos como la pornografía.

La investigadora Susana Lima del centro Champalimaud for the Unknown, como parte de su serie de publicaciones La neurobiología del sexo, describe un fenómeno típico del comportamiento sexual masculino: cuando un hombre culmina la relación sexual con una mujer, inmediatamente después el interés sexual hacia esta queda ‘en un segundo plano’. Se produce entonces una relajación del organismo masculino y suben los niveles de una hormona llamada prolactina, que es precisamente la que fomenta la conexión emocional. Según sus investigaciones, el periodo refractario (el tiempo que tarda un varón en volver a tener una erección tras una relación sexual, que puede ser de varias horas) se acortaría si el hombre recibe un estímulo novedoso, como una 'hembra' nueva.

De ahí que los hombres que consumen pornografía se exciten con facilidad, al recibir estímulos de mujeres sexualmente disponibles todo el tiempo. No son pocas las consultas en internet sobre la preocupación de los hombres de ‘no rendir lo suficiente’ en la cama con su pareja. En una relación monógama, tras los primeros meses de enamoramiento, la pasión disminuye un poco por ambas partes, y esto es algo normal. Pero provoca que algunos hombres se preocupen al creer que no se excitan ‘lo suficiente’ con sus mujeres, o porque sus erecciones no sean lo suficientemente intensas, cuando comparan la excitación que sienten cuando consumen porno.

De hecho, se trata de un tipo de presión masculina de la que se habla poco. Quizá la clave para terminar con el problema de estos hombres no sea reprimirse, sino desmitificar que deben mantener un alto rendimiento en el cien por cien de sus encuentros sexuales con otros.

La rehabilitación de los ‘pornoadictos’

La presión de los hombres por rendir en la cama es parte de la esencia del movimiento no fap y tiene mucho más que ver con los meros procesos orgánicos del cuerpo. Es una filosofía, una especie de ‘estoicismo’ masculino por el cual un hombre decide controlar conscientemente sus impulsos sexuales, concretamente, hacia el visionado de porno, con el fin de tomar el control de sí mismo.

Existe una clase de creencia –parecida a las teorías pseudocientíficas que hablan de las energías del cuerpo– por la cual, preservando la energía sexual malgastada con la pronografía, ésta podrá ser canalizada, por ejemplo, en la cama con una mujer. Nada de esto está corroborado por la ciencia. De hecho, lo más probable es que, cuantos más estímulos sexuales reciba un hombre (con una mujer o a través de una pantalla), más crezca su libido en general.

Pero el movimiento no fap se centra en evitar la pornografía para crear hombres menos dependientes de su uso. En la página web ‘oficial’ del movimiento se puede leer un decálogo para identificar la adicción al porno.

¿Se puede ser adicto a la pornografía? La respuesta es sí. Según datos de la web erótica Pornhub –que anualmente publica sus estadísticas de visitas– alrededor del 70 % de los usuarios que acceden diariamente a sus contenidos son hombres. ¿Significa esto que los hombres que la consumen son adictos? No tiene por qué.

Según la OMS, una adicción al porno se caracteriza por “episodios continuos o periódicos de descontrol, que se repiten a pesar de las consecuencias negativas que conllevan”; y también por “distorsiones cognitivas, como pensamientos intrusivos”. Pero lo más importante: una actividad puede considerarse una adicción cuando interfiere en la vida normal de la persona que la sufre o le impide realizar otras actividades que desearía.

Sobre la cuestión de la pornografía, Carlos Horrillo se manifiesta: "No tiene por qué ser algo negativo dentro de una sexualidad normal, no en personas hipersexuales, sino en comportamientos considerados dentro de la media”, explica. Así que, consumir pornografía no tiene por qué ser algo negativo, ni entrar en contradicción con una vida sexual placentera con una pareja.

Para terminar, Horrillo opina respecto a la popularidad del movimiento no fap: “En esta época usamos mucho internet y los jóvenes tienen menos contacto físico con otros. Yo creo que está de moda apuntarse al no fap, que es más un movimiento de marketing que otra cosa”, sostiene.

Y nos aconseja a todos –hombres y mujeres– sobre la masturbación: “No hay que forzarse a masturbarse todos los días, pero tampoco reprimirse. Hay que hacerlo cuando uno sienta que le apetezca; debemos escuchar a nuestro cuerpo”.

Como la religión que castiga el sexo, el movimiento no fap es otra especie de moralidad represora sin fundamento científico. Y hay que disfrutar del sexo “sin consideraciones morales de ningún tipo”, sentencia.

Headshot of Laura Marcos

Laura nunca entendió por qué en el instituto la obligaban a elegir entre ciencias o letras. Apasionada de la astronomía y la biología, sus referentes eran Gloria Fuertes y Matías Prats. Así es como encontró la horma de su zapato: el periodismo científico, una manera de aunar sus dos pasiones. Puede pasarse horas en YouTube escuchando conferencias sobre filosofía política, pero también hacer un maratón de 'El Señor de los Anillos' o revisionar sin parar 'Aquí no hay quien viva': el yin y el yang. Le fascina el progreso tecnológico y cree que, como decía Antonio Escohotado, lo que da sentido a la vida es adquirir conocimientos: "Solo aprender nos permite cambiar de idea".

ncG1vNJzZmivp6x7pr%2FQrqCrnV6YvK57xKxmnKGVo7CqrY6aanJwZmV9dYSOm5ynnZaesKq70malqGWdlsC1wdGbmKurlWK7sHnFmqdo